domingo, 31 de marzo de 2013

Fuego


Calcomanía de un instante en tu abrazo
me envuelve en los velos de tu recuerdo
regocijando y alborotando mi alma

Siento el fuego entre respiraciones mezcladas 
en el naufrago de un viento sin destino, y simplemente
me pierdo en el eco de mis propios pensamientos
buscando un por qué..

Y he ahí ...
esa mirada fija...intensa...clavando mi alma como un puñal
 desgarrando mis temores mas profundos
agitando mis latidos al son de los tuyos
llegando al límite de enloquecer...

Siembras las ganas en mi piel
avivando mi fuego con tu sola presencia
sintiendo como gota a gota se embebe mi cuerpo de deseo 

Cierro mis ojos y siento tu ímpetu y pasión, 
los abro y ahí estas...volcándote en mi ser, anhelante y deseoso
como en el primer encuentro 

Enciendes mi alma y solo anhelo danzar en los confines de tu cuerpo
foguearme en los destellos de tu deseo...
y simplemente empaparme de ti...


~ Solo un eclipse....que sea eterno ~
~Ki~




"Es inevitable...para mi es simplemente imposible que tu no seas parte de mi vida..." 

...para mi también lo es, tkm D...




lunes, 11 de marzo de 2013

Tiempo sin charlar

Y apareces nuevamente en mi camino a pesar de la distancia,
entre desdenes desposeídos de toda magia...de toda luz.
Mas los tiempos parecen ser como antaño, como si no existiese barrera, como si no existiesen las huellas dejadas como rastros de un mal amor.

Hoy has venido a mi...
Cuánto tiempo sin charlar.....rutina sagrada...no puedo negarlo, se extrañaba.
Sin prisas ni pausas...

Estas lejos, y a  pesar de ello el viento me traes tu calidez
¿Qué pasó con las sombras del olvido?...debiesen volver? o jamás estuvieron presentes?

Lo dijimos...
Es complejo no?

Y ahora?


~Ki~



Háblame de la Tierra

Háblame de la Tierra,
del fresco rocío que late en primavera,
del musgo, de la fuerza del helecho, de la hiedra.

Háblame del rubor de sus colores,
del delirante perfume de las flores,
del tapiz amparado polimorfo terso de sus nubes.

Háblame de los vientos,
cuando silban entre las hayas,
de la emigración de su hojarasca,
de la mudez de sus palabras,
cuando la corteza se desgaja.

Háblame cuando te enciendes como el amanecer,
de los aromas que navegan por tus venas,
de la fusión de tu oscuridad capturada por la fogata en tu noche.

Háblame cuando te desvistes de las hojas pesadas y húmedas de tu pecho,
de las escalinatas en cada grada del destino,
que se ornamenta por tu Luz benefactora,
en la arquitectura de su ojo desmesurado.





lunes, 4 de marzo de 2013

La parabola del Ave y el Pez

...tuyo era el cielo luminoso y radiante... solo se opacaba con tu belleza y tu sonrisa... la cálida mirada.. el tibio aroma de tu vuelo... tenias la fluidez de la vida.. de un río que corre a raudales.. pero en el cielo podías volar libre y alegre... eternamente... mas no en mi mundo...
por mi parte tenia el mundo a mi disposición... mi océano era basto y extenso.. profundo y azul.. tan azul como la noche misma... no tan radiante y claro como tu cielo.. pero sin duda cientos de veces mas profundo... yo también tenia mis alas.. y flotaba en mi océano hasta incluso tocarte... tu bajabas a mi océano y podías verme tan cerca de ti, que podíamos tocarnos en ese pequeño espacio que coexiste entre al cielo y el mar... una débil capa... mientras tu sostenías el vuelo para no caer.. y yo nadaba para no hundirme... tus colores eras cálidos y hermosos... los míos brillantes e intensos... y nos admiramos... nos encandilamos ambos... uno con el otro... y volaste cerca de mi... y yo nade cerca de ti... cuanto mas quisimos estar cerca, mas intensa parecía esa pequeña capa que nos distanciaba... y nuestro amor pese a surgir... pese a mantenernos.. se dañaba... cada momento... que tu respirabas... que yo me hundía... no tengo tus alas amor... mis alas no fueron creadas para tu cielo... mi aire no es el mismo que respiras... tan distinta es nuestra realidad que no podemos existir el uno en el mundo del otro... moriría nuestra esencia... pero no puedo dejarte... porque dejarte es también morir...

R.X



sábado, 2 de marzo de 2013

LEYENDA: EL SOL Y LA LUNA


Cuenta una leyenda que, cuando el Sol y la Luna fueron creados, se amaban con una pasión y profundidad inconmensurables, sin medida, intensamente. Eran dos amantes libres, el ardiente fuego dorado de uno sobre la fría calidez plateada del otro…

Cuando el Gran Dios decidió que habían de separarse, el Sol para iluminar el cielo de día, la Luna para alumbrarlo suavemente de noche, sus corazones, sus almas, parecieron partirse en dos. Estaban condenados a permanecer separados por siempre, tratando de alcanzarse y nunca lográndolo, en una danza infinita, dolorosa.

El Sol trató de ser fuerte, de fingir estar bien, y lo consiguió, destellando fuerte, muy fuerte, en el firmamento.
La Luna, sin embargo, no podía soportar la tristeza de estar sin su amado, y melancólicamente brillaba en el cielo.

El Gran Dios, compadeciéndose de ella, le obsequió con millones de estrellas, pequeños pedazos de luz que trataban de acompañarla, de consolarla. Pero la Luna añoraba el fulgor ardiente del Sol, su piel cálida y dorada, y la fría palidez de las estrellas la afligía aún más.
Se sabía sola, condenada a permanecer eternamente buscando a su amor, sin poder alcanzarlo jamás, apenas vislumbrándolo en la distancia.

El Gran Dios volvió a compadecerse de aquellos a los que había separado, y decidió concederles unos instantes de felicidad, con los que habrían de sobrevivir por siempre: los eclipses. Entonces, cuando la Luna desaparece, escondida, cuando el Sol se cubre de su nívea piel, pueden vivir de nuevo, libres, amados, felices, por unos gloriosos momentos, hasta volver a separarse, a romperse, dolorosamente, en dos de nuevo. Esperando, anhelando el momento en que puedan volver a ser uno, juntos, libres, amados.....