lunes, 16 de junio de 2014

NO TE ENAMORES DE UNA BAILARINA…


No te enamores porque saldrá con la luna, la bohemia y la música.

No te enamores de una mujer así porque siente y se apasiona demasiado, no podrás detenerla.

No te enamores porque en su delirio,y locura nunca podrás contentarla.

No te enamores de una bailarina porque es intuitiva, perceptiva, ella sabe lo que piensas, lo que sientes y lo que deseas.

No te enamores porque ella siente antes de pensar y no podrás cambiarla.

No te enamores de una bailarina por que le gusta abrazar, cerrar los ojos y dejar que sus pies dibujen el recorrido de su alma y si le quitas ese placer la dejarás inválida.

No te enamores de una mujer así porque sale a donde pisa , a donde va y lo que quiere, nunca podrás subestimarla y controlarla.

No te enamores de una bailarina porque puede llorar sin causa y reír a carcajadas, bailando bailando así como haciendo el amor y no podrás callarla.

No te enamores de una mujer así por que vuelve su danza en energía emocional que te quemara las entrañas, te hará odiarla y amarla al mismo tiempo.

No te enamores de una bailarina porque nació con un espíritu soñador.
No te enamores de ella porque solo podrás amarla.

Danza

La danza desde tiempos memoriales 
siempre ha estado en constante evolución, 
desde siempre se ha fusionado y se ha 
adaptado a las sociedades donde se 
desarrolló y lo mismo ocurre hoy día. Pero 
también lamentablemente en algunos 
lados involuciona, porque los interpretes 
involucionan, como somos bailamos, como 
es la vida es la danza y si no crecemos 
interiormente nuestra danza no crece. 
Hay gente que por su narcisismo inventa 
cosas que alejan de la esencia misma 
del baile, la vacían, la computarizan, esta 
esencia mas allá de un paso u otro debe 
conservar la fuerza espiritual y visceral 
que siempre la ha caracterizado, es la 
danza de la humanidad plena, elevada. 
No solo marketing y egocentrismo sin 
fundamento ni conocimiento. Y eso hoy, 
hay que cuidarse de los paracaídas que 
solo quieren saciar sus carencias con este 
bello arte.

AMIR THALEB 
(Revista mundo árabe)